El Parque Municipal Luisa Sebiré, emplazado en Quintero, al final de la calle Francia con San Martín, en la denominada Manzana N° 18 de la península, está cumpliendo seis años desde su inauguración, durante este tiempo ha vivido varios procesos en que se le ha incorporado diversas atracciones para sus visitantes que, con entrada liberada, pueden disfrutar de martes a domingo, de 11 a 18 horas.
Su ubicación permite admirar la bahía de Quintero, y su encuentro con el océano, además acceder al camino costero que lleva a la Cueva del Pirata, si se camina al poniente, y a las playas de Los Enamorados, Las Conchitas, Los Rieles, El Molino y El Durazno, si se camina al oriente.
Ramón Alfaro, administrador del recinto, señala que lo primero fue recuperar el espacio público para la ciudad, de ahí se puso énfasis en el paisajismo, el lugar de paseo, en aclimatar plantas de follaje y de flores, árboles nativos y exóticos que acompañan a los pinos del tipo “marino francés” plantados a principios del siglo XX, por Luisa Sebiré, dueña de esos terrenos, que luego donó al municipio. Se instalaron esculturas de aves y animales tallados en madera, hay también esculturas en mármol travertino inspiradas en el lugar, material que fue traído desde la Tercera Región.
En su sexto año, el parque, obra de la gestión del alcalde Mauricio Carrasco, permite en sus más de cuatro hectáreas de terreno formar un espacio con invernaderos y huertos familiares con hierbas medicinales, verdaderas aulas pedagógicas, en que vecinos de manera voluntaria trabajan con almácigos de plantas, arbustos y árboles, tanto nativos como exóticos, para surtir los jardines del parque y los de los propios voluntarios. También existe un sector de lumbricultura para abonar la tierra. Todos estos nuevos equipamientos sirven como laboratorio, en que los especialistas acompañan a los voluntarios en la reproducción de plantas. Actualmente se construye en una de sus laderas una piscina para plantas acuáticas y peces.
La administración logró el financiamiento municipal para incorporar en fecha próxima tecnología digital, instalando códigos QR que agregarán conocimientos botánicos e históricos, para que los visitantes tengan no solo una mirada contemplativa, sino también educativa, con una narrativa coherente con lo que se quiere mostrar: un Quintero que debe ser resignificado en su historia local, a través de un recorrido identitario; por eso existe un corredor dedicado a Charles Darwin que visitó la península, una glorieta dedicada a Juan Fernández que vivió en la zona rural por cuarenta años, una paseo dedicado a Benjamín Vicuña Mackenna que también vivió en la zona rural de Quintero, igual que Lord Cochrane y Mary Graham; Isidora Goyenechea y su nuera, la francesa Luisa Sebiré, ambas promotoras de la ciudad, sin olvidar la cultura ancestral en el Centro Ceremonial Bato, la etnia formada en este sector costero.
Todo ello, dice Ramón Alfaro, y mucho más se puede disfrutar en el parque, que entre sus objetivos está el recordar la importancia del territorio de Quintero en la Historia de Chile.
Ilustre Municipalidad de Quintero
Todos los derechos reservados © 2021