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Municipio De Quintero Realizó Obras De Repintado En Parroquia Santa Filomena

Municipio De Quintero Realizó Obras De Repintado En Parroquia Santa Filomena

Un anhelado proyecto de mantención de un edificio patrimonial de Quintero, se logró durante el mes de febrero, se trata de la Parroquia Santa Filomena, ubicada en calle Gregorio Arrieta No 235.

Las obras tuvieron un monto de cerca de 25 millones de pesos, los que fueron aprobados por el Concejo Municipal a solicitud del alcalde Mauricio Carrasco; mediante una subvención especial entregada al Centro de Padres del Colegio Don Orione, entidad que hizo la petición y a quien se le entregaron los fondos que absorbieron los gastos.

El trabajo realizado  consideró también la casa parroquial  y contó con tres etapas:  lavado de  murallas,  parches y correcciones, y finalmente aplicación de pintura, así lo informó la directora de la Dirección de Desarrollo Comunitario, Maritza Verdejo, encargada de hacer todas las coordinaciones con el actual párroco y la organización que presentó la solicitud de financiamiento del proyecto que se  justificó  por la necesidad de mantener edificios patrimoniales en buen estado en beneficio de la cultura y el turismo de la comuna.

Cabe destacar, que esta iglesia está emplazada en terrenos donde se encontraban las casas patronales de la hacienda de Quintero de propiedad en la época de una rama de la familia Undurraga, y vino a reemplazar a la antigua parroquia que correspondía en sus inicios a la capilla de la hacienda, construida con murallas de adobe, piso y cielo de madera.

La actual parroquia fue construida a partir de mediados de la década de los 40, y pudo recibir a los fieles ya a principio de los años cincuenta. Fue diseñada y sus obras, dirigidas por el párroco, también constructor civil, Gregorio Arrieta Oroz, sacerdote diocesano. Su estilo es neorrománico que se caracteriza por su solidez en la construcción, gran anchura de muros para poder resistir las fuerza y tensiones de la estructura, con el uso de arco de medio punto y bóveda de medio cañón y de arista, con escasez de vanos.

El padre Gregorio Arrieta fue el primer párroco de Quintero a partir de 1930, desde entonces los vecinos de lugar y las familias que veraneaban en la península y la zona rural cooperaron año a año para construir el edificio parroquial, aunque se dice que él ocupó enteramente su fortuna heredada de su familia en este proyecto, y junto con ello, la tradición relata que los vecinos lo veían ir temprano en las mañanas a los campos cedidos por sus bienhechores a sembrar lentejas y arvejas, y con ello, contribuir a los fondos para materiales.

El templo fue dedicado a Santa Filomena a solicitud del sacerdote Ruperto Marchant Pereira, que participó como capellán en la Guerra del Pacífico y que en su vejez vivió en Quintero apoyando la labor pastoral, que era muy devoto de esta santa mártir de la época del Imperio Romano.